sábado, 24 de noviembre de 2012

UN NUEVO ORDENADOR

Hoy estoy estrenando ordenador. El que usaba se estaba volviendo insoportable. Su pantalla no paraba de lanzarme imágenes demasiado reales, dolorosamente actuales. Continuamente me asaltaba con mensajes que formaban parte de frases construidas con palabras llenas de injusticia e indecencia.

No puedo negar que esa misma pantalla también regaló a mis ojos muchas secuencias llenas de solidaridad, de humanidad, de esperanza…

Pasaron por delante de mi vista numerosos rostros de personas que con gran decisión y entereza  luchan por combatir  toda esta inmundicia que se ha instalado sobre nosotros, que ejercen su tiránico poder con la más absoluta impunidad. Mi más profunda admiración por esta revolución cívica que sin saber todavía hasta donde podrá llegar, ya tiene ganada la batalla de la dignidad. Me siento parte de ella y lamento no aportar más a su causa.

También mi pantalla fue una gran aliada para transformar mucha gente que hasta entonces eran “simples” conocidos en amigos y amigas con quienes ahora siento más cercanía y complicidad.

Pero a pesar de todos estos momentos regalados y que me han ayudado a conocer, comprender y vislumbrar tanta vida como se asoma por esta ventana al mundo que es internet, creo llegado el momento de cambiarlo por un tiempo.

Hoy me he comprado mi nuevo ordenador. Es más personal y su capacidad es bastante más limitada, pero me sirve...

Su pantalla no emitirá imágenes  espectaculares ni a buen seguro dará voz a discursos brillantes, pero me sirve...

Incluso pierde la señal de internet con más frecuencia de lo que desearía, pero me sirve...

No sé si habré hecho un buen cambio. Lo que me impulsó a cambiarlo no tiene nada que ver con sus características técnicas. Al verlo en la tienda me gustó, le cogí cariño desde el momento que le vi, como ese amor a primera vista que aunque normalmente no funciona al menos te invita a soñar. Esa sensación capaz de crearte ilusiones, de sumergirte en fantasías y sueños de los que no quieres despertar.

Así es mi nuevo ordenador, mi viejo amigo, casi humano y un tanto loco. Puede que acabe pareciéndose a mí. Os dejo una foto suya.


lunes, 19 de noviembre de 2012

UN FUERTE ABRAZO


Después de tres años he vuelto a este blog, a este rincón silencioso que se había quedado dormido al lado de sonoros mensajes revolucionarios, en medio de esta algarabía que nos vuelve rebeldes y que la necesitamos para impedir que nos sigan hurtando nuestros derechos y hasta nuestras propias vidas.

Al volver aquí, no sé si me reconozco, si vuelvo siendo el mismo o lo que quería dar a entender en esos momentos. Tres años no nos cambian, pero si nos van llenando de nuevos matices. Las circunstancias, los momentos vividos, van sacando a la luz partes de nosotros mismos que ya creíamos convenientemente aparcadas, engañosamente adormecidas en ese sueño perturbador en el que muchas veces se sumerge el destino.

Nuestro tiempo tiene más que ver con lo abstracto que con el continuo e insoportable giro de las manecillas del reloj. Hoy mi tiempo me vuelve hasta ese 23 de noviembre desde donde parte este blog. Me agarro a ese largo abrazo del que no quiero desprenderme. Cierro los ojos y vuelve esa misma sensación de absoluta felicidad, ese momento que tanto me emociona, que tanto me hace sufrir.

Me siento como un ser amputado a quien le falta un trozo del alma. Una persona que necesita del abrazo de cualquiera, de todos, de nadie…  Abrazos que taponen  esa herida de la que no deja de manar agua y sales que no llegan a cristalizar. Esos abrazos amigos, desinteresados, sinceros, sencillos, sentidos, cordiales o hasta insípidos.

Si lograra vencer esta mezcla de timidez, vergüenza o el mal llamado sentido del ridículo, me plantaría en medio de la calle con una pancarta de “abrazos gratis” y aguardaría paciente hasta recibir el primero de ellos.

Se dice que necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos y doce para crecer. Y es que ningún abrazo sobra, todos tienen ese algo especial que nos da aliento y energía. Abrazos que nos unen en el sufrimiento y nos emocionan. Abrazos cariñosos que aceleran los latidos de nuestro corazón y que a la vez son capaces de detener el tiempo. Agradecidos abrazos que nos reafirman en una amistad sincera llena de complicidad. Abrazos que abrazan la alegría.

Abrazos… abrazos…

Las personas necesitamos cercanía, sentir el contacto físico con nuestros semejantes y afianzar nuestra humanidad. Muchas veces los prejuicios o la misma timidez echan a perder este bálsamo mágico capaz de alargar nuestra vida y sobre todo llenarnos de felicidad y de los más humanos  sentimientos.

Os mando el más grande de los abrazos


martes, 25 de mayo de 2010

UNA DUDA


Anoche, cuando fui a despedirme de mi hija, me transmitió una duda que en ese momento rondaba por su cabeza.

- Papá, la madre de tu madre es tu abuela, verdad?
- Si, así es, le respondí
- Y la madre de tu abuela? prosiguió
- Mi bisabuela
- Y su madre? continuó indagando
- Pues... la tatarabuela
- Y la tatarabuela, de la tatarabuela, de la tatarabuela, de la tatarabuela. ¿Quién fue la primera madre? concluyó, mostrando el origen de la duda que estaba ocupando su cabeza antes de quedarse dormida.
- Esto... es un poco más largo de explicar. Otro día te lo cuento
- El sábado ¿vale?, me emplazó
- Muy bien, el sábado lo hablamos.
- Lo apunto en mi cabeza mental, sábado, explicaciones, personas. Lo dijo llevándose ambos índices a la sien y cerrando los ojos para procesar en su memoria unos datos que tenían que quedar bien grabados.

Y de esta manera salí de su habitación con más dudas de las que ella misma poseía.
¿Como se le explica a alguien con siete años cual es el origen de la vida?
Lo más cómodo es decir que fue dios quien creó a los seres, una idea romántica, misteriosa y fácil de asimilar por los niños ya que para ellos todo lo que les rodea está lleno de fantasías. Si comparamos esto con la evolución, moléculas, genética, biología o cualquier otra terminología científica es fácil darse cuenta que si le inventamos una historia de ángeles, santos, reyes magos y demás personajes les resultará más amena y afín a los cuentos que generalmente leen a esta edad. 
Tal vez no esperaba que a tan temprana edad tuviera que responder a cuestiones tan trascendentales, que su preocupación sólo fuese jugar y disfrutar, pero al mismo tiempo me alegra que me lance estos retos.
Puede que haya llegado el momento de empezar a contarle porque no está bautizada ni asiste a clases de religión.

- El sábado lo hablamos, buenas noches mi niña, te quiero mucho.






sábado, 17 de abril de 2010

SIN NADA NUEVO QUE DECIR...




A veces me pregunto porque en muchas ocasiones me resulta tan difícil escribir. A buen seguro que cada uno encontramos mil y una razones que lo explican o lo justifican. Pero prefiero dar una vuelta de tuerca para encontrar alguna razón que se vista de magia, que transforme la lógica en fantasía, quizás, para esconder mis propias carencias.

Escribo por escribir, pero sin las dotes necesarias para mantener una regularidad y coherencia, que al menos me hagan sentir bien y encarrilen mi corazón y mis manos en un trazado blanco salpicado de letras que dibujen frases que agiten mi ser.

Suelo escribir bastante todos los días, comentarios en la prensa digital, en distintos foros, proyectos e ideas que van surgiendo. Al menos esto me mantiene en forma, casi como un trabajo cotidiano y mecánico que se pone en marcha por sí solo. Sin embargo, me falta valor para llenar de frases este rincón de mi alma que es quien más alimento necesita, a quien más hambre le hice pasar durante tanto tiempo, y curiosamente es quien más puede agradecer y entender mis palabras dulces o desgarradas, inteligentes o absurdas... Ese rincón siempre dispuesto a encajar mis ocurrencias o desvaríos.

No quiero forzar situaciones, me propuse escribir sólo cuando me plazca, cuando el interior me lo pida. Pero me gustaría que mi alma no se vuelva tan vaga, no se esconda trás la trenzada cortina del mundo real y me haga sentir una incómoda sensación de vacío, de alguien que no tiene nada ¿interesante? que contar.

Muchas veces hecho de menos el llevar una grabadora que registre algunos de mis pensamientos más lúcidos y también más bellos, momentos que más tarde no soy capaz de recordar y aún, cuando los recuerdo,  sobre el papel no soy capaz de darles la forma y el sentido con el que han salido de mi cabeza. Me consuelo pensando en que son momentos que sólo están destinados para mí, quizás para mi ego.

Cuando era joven me sentía más locuaz, más expresivo y a la vez más misterioso. No necesitaba medir las palabras ni ordenar pensamientos. La sensatez no era algo que tuviese que medir con la racionalidad, ni tan siquiera buscarla. Nuestra búsqueda era la verdad y debíamos encontrarla en nosotros mismos, en nuestro "yo".

¿Es quizás este el retorno, "el eterno retorno" que predicaba Niestche?





 "El hombre que quería hacer su negocio con esto, no era hábil, era un lobo estepario, un pobre diablo. ¿Por qué ponía en juego sus letras aquí, sobre esta tapia, en la calleja más tenebrosa de la ciudad vieja, a esta hora, cuándo nadie pasa por aquí, y porqué eran tan fugitivas y ligeras las letras, tan caprichosas y tan ilegibles? Pero... ya lo logré: conseguí atrapar varias palabras, unas detrás de otras, que decían: Teatro Mágico.
Entrada no para cualquiera.
No para cualquiera."

Hermann Hesse (El lobo estepario)

Esta entrada se la dedico a "Revu" que fue el primer comentario del blog y que de manera misteriosa o accidental se borró y lo tuve que rescatar desde mi correo.
Aunque no alcance a saber quien eres, siento tu cercanía. Gracias por estar.





lunes, 18 de enero de 2010

LA VIDA ES .....

Mi niña acaba de cumplir siete años y haciendo un repaso a su corta edad, me llama la atención de que aunque el tiempo pase tan rápido, en pocos años son muchas las cosas que se llegan a vivir.

Todo es nuevo y se devora con intensidad y entusiasmo. Da la impresión de que nada es trivial, sino todo lo contrario, la más pequeña experiencia se vive como el más apasionante de los momentos.

Esa rápida mirada sobre su vida me ha traído a la memoria mi propia infancia. Más la verdad es que no recuerdo prácticamente nada de mis primeros siete años. Esos recuerdos se aparecen como imágenes fijas, fotografías que sólo alcanzo a ver en blanco y negro, sin movimiento, sin voz ni cualquier otro estímulo que les dote de vida.

Sé que existí, que viví esos años porque de otra manera no podría estar ahora mismo escribiendo. Pero en realidad esa etapa está reinventada en mi cabeza por quienes vivían a mi lado y me contaban las cosas que nos pasaban, que hacíamos. Es después la cabeza quien se encarga de fabricar un guión que dé sentido a una película imaginaria, que trata de acercarse lo más posible a la realidad vivida.

Cuando empecé a escribir esto, hice un pequeño ejercicio de memoria para tratar de rescatar algún fragmento de esa película y contarlo como propio, no he sido capaz. Más allá de esos repentinos flashes sin el menor orden ni coherencia, sólo puedo percibir esas imágenes en blanco y negro. Al menos esas estampas si son auténticas porque me provocan sensaciones muy íntimas y especiales, sientes que es algo verdaderamente tuyo. No lo marca la intensidad, ni la pasión, ni la felicidad ni ningún impulso que proceda del exterior por más que pueda impactar en nuestro ser. No! es algo más sencillo, más inexplicablemente bello, nebulosamente nítido.

                         ¿Que es la vida? Un frenesí.
                                                    ¿Que es la vida? Una ilusión,
                                     una sombra, una ficción,
                                                            y el mayor bien es pequeño;
                                                 que toda la vida es sueño
                                                                  y los sueños, sueños son.

lunes, 23 de noviembre de 2009

23 de NOVIEMBRE

A lo largo de nuestra vida, todos marcamos nuestras fechas más especiales en el calendario. Año tras año, las recordamos y festejamos con la intensidad que determinados acontecimientos producen en nuestro recuerdo y sentimientos.

En mi caso, el día de hoy ha pasado a ser desde hace un año, una de esas fechas imborrables y sobre todo única, con un fondo que le distingue de cualquier otra que pueda disfrutar. Celebro, sin poder celebrar, algo que debería llevar veintinueve años festejando como uno de los días más felices de mi existencia.

Más la vida, en ocasiones, provoca en alguno de sus seres una ceguera que, en mi caso,  me ha sumido en veintiocho años de una oscuridad absoluta, incapaz de tener la más mínima intuición, sensatez o acierto a encender una pequeña luz, buscar una rendija que propiciara un destello en el túnel de mi alma, un pequeño impulso que me lanzase fuera de la densa niebla que en nuestra juventud nos aisla muy fácilmente del sentido de la responsabilidad.

Pero seguí mi camino por la vida con una parte de mis circuitos vitales desconectados del resto, con la falsa sensación que tanto tardé en descubrir, de que mi ser estaba íntegro y mi yo a salvo de cualquier deuda moral. Ahora es cuando me doy cuenta del doble sentido de la vida errante que he llevado, la de quien camina de un sitio a otro sin tener un lugar fijo pero también de la de quien yerra.

Aún así la vida quiso regalarme mi gran día, y una brillante estrella atravesó esa densa niebla y tras adoptar forma de mujer me invitó a abrazarla. Ese abrazo que ya nunca podré ni quiero dejar de sentirlo fue como un gran espectáculo de fuegos artificiales que proyectaron en el cielo las más bellas figuras e iluminaron mi noche, mi oscuridad, con el mayor de los brillos imaginables.

Al mismo tiempo, esa misma vida que me regaló tamaño espectáculo me devolvió a la realidad no deseada, a ese oscuro túnel que atraviesa el alma y desemboca en el corazón, porque del corazón no dejaré que pase, mientras busco la rendija por la que asomarme para que pueda ver de nuevo esa estrella y pedirle que se quede para siempre.

Hoy es tu gran día, muchas felicidades hija mía.



sábado, 21 de noviembre de 2009

ESCRIBIR POR ESCRIBIR

Buenos días... tardes... noches... a todo aquel o aquella que se haya despistado en su recorrido por la red y por equivocación se ha tropezado con esta página no iniciada, por un no iniciado en estas artes de la comunicación virtual.

Hace ya unos cuantos meses que creé este blog y hasta ahora, y hoy por puro azar, todavía no había puesto ni la primera letra. Hoy tampoco va ser el día
, hoy saltan letras pero carecen de la categoría de palabras y tengo mis dudas de que alguna vez logre dársela. Es un simple ejercicio de vago que espera que algo le empuje y hunda sus dedos en teclas de letras desordenadas en franca armonía con el desorden de mi cabeza.

Escribir por escribir es el único reto que me marco, puede que el mayor desacierto para pretender que a alguien le pueda interesar leerlo, aunque puede que tal vez exista alguien que lo único que le interese sea sin más, leer por leer.